A las 3:30 de tarde de hoy, los restos de Germán Ávila, quien se ganó el título de ‘El látigo de la gaita’, arribaron al salón parroquial de la Basílica de Maracaibo.
Las cenizas de la voz, que ahora es inmortal, estuvieron escoltadas por sus familiares y amigos, quienes lo acompañarán hasta su última morada mañana.
Germán Ávila, hijo del intérprete gaitero, agradeció el legado que dejara en vida su padre, no solo en el ámbito musical, sino en la cotidianidad de los zulianos. “Mi padre se fue en paz. Tuvimos su bendición y en cualquier parte que esté, está tranquilo”, dijo.
Comentó que antes de llegar al templo marabino, vecinos y amigos de San Francisco, donde vivió por 45 años, lograron despedirse del cantante. “No dejó asuntos pendientes. Vio nietos, bisnietos y disfrutó de los placeres de la vida (…) Se empeñó en no fomentar el odio y la envidia”, manifestó el pariente.
Sus compañeros de la agrupación Saladillo, al que perteneció por muchos años, así como servidores de María, hicieron guardia de honor al lado de los restos del intérprete.
En horas de la noche el gremio gaitero, encabezado por Chiquinquireños y Saladillo, alzarán sus voces hasta el cielo para cantarle a Ávila.
Para este sábado se mantendrá en capilla ardiente para que el pueblo lo despida. Posteriormente harán un recorrido por el Pozón y Santa Lucía; lugares en los que se refugió en vida ‘El látigo de la gaita’.
Fuente: noticialdia.com